¿CÓMO ACTUARÍAS ANTE UNA CATÁSTROFE QUE POSIBLEMENTE EXTINGA LA VIDA EN LA TIERRA?
Una de las películas que ha generado una ola de críticas respecto a cómo abordan temas relacionados a una catástrofe mundial, así como a la reacción de las personas de a pie, de las autoridades y de los medios de comunicación masivos frente a ello es “Don’t Look Up” o “No mires arriba”. La cinta protagonizada por Jennifer Lawrence y Leonardo Di Caprio, trata de satirizar las posibles respuestas de la población ante la muy cercana posibilidad del fin del mundo, la mayoría entra al inicio de una especie de pánico y negación que, al generalizarse causa disturbios y violencia en las calles; por otro lado, se supone que frente a situaciones de esa naturaleza las autoridades encargadas de salvaguardar el bienestar de toda la población actuarían de forma coherente con el fin de preservar la vida humana y de las demás especies que habitan nuestro planeta pero nos encontramos nuevamente ante un peligro más grave que el anterior: el sobreponer los intereses propios a los de la comunidad en general. Entonces, frente a este funesto escenario, ¿qué harías tú?
Desorientación inicial
Como ya se comentó, cuando se comenzó
a visibilizar la noticia de que un gran cometa
venía en dirección a la
Tierra y cuyo impacto iba a ser inminente en menos de seis meses; las personas empezaron a adoptar diversas
posturas respecto a este, habían de los que creyeron fielmente a las palabras de los científicos anunciantes y otros
que se mostraban escépticos. Podríamos
pensar que la falta de racionalidad con la que actúan algunos de los personajes como el no creer en datos científicamente comprobados es una exageración, pero simplemente mirando a nuestro
alrededor y ver el escepticismo que aún tienen
algunos frente a la existencia del Covid-19 nos
demuestra que no; ello se explica mediante los llamados “modelos de conducta
en casos de emergencias”.
La conducta de la reacción
de las personas ante catástrofes tiende a ser caótica y desordenada, lejos del ideal de modelo organizado
grupal que podemos preconcebir, así lo demuestran las cifras “Del 10-25 % de las personas permanecen unidas y en
calma, estudian un plan de acción y
posibilidades. Mientras el 75 % manifiesta conducta desordenada, desconcierto.” (Ministerio del Trabajo y Asuntos Sociales
de España, 1993, p. 2)
Uno de los “modelos de conducta en casos de emergencias” es
el modelo de reacción ante una
amenaza incierta es propuesto por Withey (1962), quien considera la presencia
de la “amenaza” como “una forma de estrés”
en la cual la gravedad del posible o inminente suceso,
su probabilidad de ocurrencia y la habilidad de la persona para afrontar
la tensión da como resultado
varios grados de aprensión, preocupación, miedo o ansiedad, seguidos de esfuerzos
adaptativos.
Además, se evidencia la consecución de mecanismos de
defensa como la negación que tienden a ser derribados ante la nueva información
proporcionada.
Ello se evidencia
en la cinta, cuando le presentan la información a las autoridades competentes quien en un primer momento toman como risible los
datos proporcionados por los
científicos mas luego tienen que aceptar el sombrío futuro que les espera, al
igual que la población que en un
principio comienza burlándose de la probabilidad de que el planeta sea impactado por un cometa pero cuando este
estuvo tan cerca como para ser apreciado por el ojo humano comenzaron a creer
y por supuesto a protestar.
Por otro lado, encontramos a la teoría de Latane y Darley
(1970) quienes plantean
el modelo de intervención del espectador en base a
varios experimentos que tienen un carácter de una respuesta grupal,
se plantea en ella que las personas
evaden su responsabilidad y la atribuyen
al grupo por lo que no se preocupan por brindar soluciones; además de que
las experiencias anteriormente vividas influyen en su pensamiento; dentro de la obra podríamos especular que su pensamiento pudo girar en torno a que
era una cosa más de tantas como lo que menciona el personaje de la presidenta diciendo que desde que entró en política
ha afrontado diferentes fines del mundo: el calentamiento global, el colapso económico, la hiperinflación, la pobreza, el hoyo en la capa de ozono y que hasta el momento nada de ello había podido acabar con la especie,
restándole así la importancia con la que merecía ser tratado el tema.
Desconfianza en medios de comunicación
La otra cara de la moneda es la credibilidad que mostraron algunos a la posibilidad de la caída del cometa, si bien no estaban del todo convencidos, al menos no se mostraban escépticos a la posibilidad y podríamos preguntarnos ¿Por qué? Ello puede sustentarse en la desconfianza que tienen sobre la información declarada por los medios de comunicación masivos donde se anunciaba que la noticia sobre el cometa no era tan grave como lo pintaban algunos, que era inventos de gente mal intencionada que lo que buscaba era iniciar un conflicto dentro del país, así como hacia la poca credibilidad que tenían las autoridades, ya que para excluyeron a otros países en la investigación de la caída del cometa y cómo frenarlo.
En primer lugar, tiene mucho que ver la manera de presentar
las noticias, que deja mucho que
desear, mezclando situaciones graves que deberían ser tratadas con la seriedad
que lo ameritan con situaciones de
entretenimiento o de show bajo la excusa de que el presentar de esta manera las noticias hace que el espectador sufra menos, que lo quieren evitar es generarles más problemas a la población,
pero no todas las personas creyeron en la buena fe de estos medios y más bien decidieron informarse a través de
redes sociales, aunque allí se corría otro peligro: ¿Qué información creer?
Por otra parte, las actitudes demostradas por las
autoridades daban luces de la inmadurez política con la que manejaban las situaciones, en la
que sobreponían sus intereses o intereses de sus allegados a la justicia y a la
igualdad, así como a la clásica frase de que “todos son gestos en política” evidenciado en ello en el hecho de que la
presidenta organizaba eventos para
subir su popularidad, tomó la decisión de anunciar que aplicaría medidas para
desviar el curso del cometa
cuando las posibilidades de que su partido ganara
las próximas elecciones eran bajas y pensó que la población la vería como una salvadora, lamentablemente la mayoría de la población sí percibió ese gesto en
su momento aunque finalmente la mandataria diera un paso atrás en el proyecto
por las ganancias que supondrían la recepción
del cometa.
Además, podemos conjeturar que las personas
que pasaron por el rápido proceso de asimilación
y adaptabilidad del peligro inminente son resilientes, tomando a la resiliencia como un rasgo de la personalidad que ayuda
a los individuos a afrontar la adversidad y a
lograr un buen ajuste y desarrollo posterior, protegiendo a los
individuos ante el impacto de la adversidad y los acontecimientos traumáticos.
En conclusión, aunque parezca descabellada la actitud escéptica y desorientada de los ciudadanos durante la película, esta es explicable bajo los mecanismos de defensa que experimenta la mente ante situaciones de inminente peligro o estrés, por lo que no deben ser reprochadas con tanta dureza.
Así mismo, la actitud de las personas crédulas a la caída
del cometa se sustenta como una postura
contraria a lo que manifiesten los medios de comunicación y las autoridades competentes.
Tatiana Zarpán Rodríguez
Referencias
Latané, B. y Darley, J. M. (1970). The unresponsive
bystander: Why doesn’t he help? .New York: Appleton-Century-Crofts.
https://eprints.ucm.es/id/eprint/9076/1/T30965.
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales España.
(1998). La conducta humana
ante situaciones de
emergencia: análisis de proceso en la conducta individual. https://www.insst.es/documents/94886/326827/ntp_390.pdf/967860c0-87f3-4cb8- 8421-6e3a8583a941
Withey, S. (1962). Reaction to uncertain threat. pdfNew York: Basic Books. https://eprints.ucm.es/id/eprint/9076/1/T30965.
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