LA IMPORTANCIA DEL LATÍN JURÍDICO PARA EL ESTUDIANTE DE DERECHO

 

Es indispensable, para todo estuante de la carrera de derecho, saber que el jurista romano Ulpiano dijo lo siguiente, “iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum evique tribuendi”, traducida ahora como “Justicia es la voluntad firme y constante de dar a cada quien lo suyo”. Sin duda alguna, la mejor aproximación al verdadero concepto jurídico de justica; siglos y siglos pasaran, pero ese concepto nunca morirá. Si bien conocemos la idea de iustitia (justicia) gracias a que fue recopilado en las instituciones de Justiniano, el derecho romano forma parte de nuestra herencia jurídica y con ello también de su idioma.

Si eres un profesional del Derecho, el conocimiento del latín jurídico es de vital importancia. Con solo saber que en la antigua Europa la mayoría de países se regían bajo el Derecho Romano, siendo imposible negar que en otros tiempos el latín fue más importante que hoy, para los abogados. Recordemos que cuando en el Derecho se aplicaba el Corpus Iuris Civiles, necesariamente era importante aprender latín para aprender derecho. Aunque saber latín, no solamente es una muestra de agradecimiento a los distinguidos juristas romanos; sino que también un ejercicio mental y hasta un conocimiento indispensable en ciertas ramas del Derecho como hoy lo conocemos.

Si bien el Derecho Romano ya no está vigente oficialmente, se mantuvo en la percepción jurídica europea como un Derecho culto, con una tendencia más académica y con mayor profundidad; es así como se creó la conciencia de que, pese a los nacionalismos, existía un ius commune, un Derecho común a toda Europa que, cuando menos a nivel de principios, estaba por encima de los Derechos nacionales y locales. A pesar de todo el latín desapareció en el siglo XIX, quedando al fondo del cementerio de las lenguas muertas; sin embargo, los abogados no podemos desentendernos fácilmente del latín, ya que a cada instante nos vemos obligados a usarlo para expresarnos En los países de commom law y particularmente en Estados Unidos de Norteamérica donde el uso por los juristas de palabras en latín es más frecuente; incluso más que en los países cuyo sistema jurídico es una herencia directa del Derecho romano. Expresiones como certiorari, ratio decidendi, stare decisis, obiter dictum, forman parte del lenguaje común del abogado norteamericano y va a tener que encontrar todo abogado peruano qué quiere ser en asuntos que superan la frontera del Perú. Entonces ¿Cuál es la importancia del uso de latín jurídico en los estudiantes o profesionales del derecho?

En el Perú virreinal, el derecho todavía se enseñaba parcialmente en latín, como una secuela anacrónica de la enseñanza medieval del ius commune. Sin embargo, es probable que solo los alumnos más aplicados aprendieran suficiente latín; los otros se contentaban con repetir frases hechas cuyo significado conocían vagamente pero que daban la impresión de una gran cultura jurídica ante los tribunales. En los procesos judiciales de la época del Virreinato, se puede apreciar un gran número de citas pretendidamente del derecho romano escritas en un latín macarrónico, con absoluta independencia de las reglas gramaticales latinas. Muchas de esas citas han “macheteado” el latín a tal punto que casi no se comprenden; para saber lo que quisieron decir los litigantes que las usan, es preciso repensarlas desde la perspectiva de quien no tiene idea de lo que está escribiendo: solo así es posible separar palabras que no debían estar unidas, juntar palabras que no debían estar desunidas y recomponer la ortografía hasta encontrar el texto original. Todo ello denota que el abogado común en el Virreynato no conocía mucho de latín y repetía la cita que alguna vez había escuchado en la Universidad en forma mecánica, con mala memoria y sin saber si era gramaticalmente correcta.

El derecho peruano, al igual que los derechos latinoamericanos y los europeos continentales, utilizas ciertamente palabras latinas para designar algunas instituciones y situaciones. La mayoría de estudiantes de derecho conocemos qué significa res iudicata (cosa juzgada), onus probandi (carga de la prueba) o ya sea la presunción iuris tantum (en la medida que se tenga derecho, es decir, que se admite prueba en contrario). Durante siglos, comenzando con el periodo clásico romano, luego el imperio, más tarde Justiniano y los juristas orientales de Constantinopla, ha venido acuñando miles de adagios, es decir, una expresión corta, que resumen y concentra la sabiduría jurídica romana. En latín es un idioma que tiene una ventaja de decir las cosas de manera muy concreta y elegante. Por ejemplo, los romanos no creían en el daño moral ni en el daño a la persona sino únicamente en el daño material. Por consiguiente, para significar que el daño irreparable tenía que ser causado materialmente decían, corpere corpori, es decir, "por el cuerpo y al cuerpo". Hay que saber también que la simplicidad de expresión y la profundidad de sabiduría que se advierte en adagios tales como mater semper certa (la madre siempre es cierta) mientras que pater is est quem nuptiae demostrant (el padre es a quién el matrimonio muestra que es el marido).

La complejidad del latín, la inteligencia de sus construcciones, la riqueza de sus expresiones, lo convierten en un excelente ejercicio mental que llevan a agudizar el entendimiento y desarrollo del abogado o del estudiante de derecho. Ciertamente es muy escaso, hoy en día, encontrar universidades, ya sean nacionales o privadas que tengan dentro de su malla curricular la enseñanza y el estudio de latín jurídico. No hay que confundir, al decirnos que, con solo el hecho de tener como asignatura de derecho romano; ya tendríamos oportunidad de estudiar latín jurídico. Siendo sinceros, serían dos caras de una misma moneda, ya que uno busca desentrañar la historia romana y las instituciones que componían parte de su derecho; y en el otro encontraríamos la enseñanza de los conocimientos elementales de la morfología y sintaxis de la lengua latina en su forma teórica y práctica.

 

Lastimosamente no todo es color de rosa, está claro que el estudio del latín es importante para el jurista peruano, pero aprender un idioma no es nada fácil y es aún peor sabiendo que el latín es una lengua prácticamente muerta. Aunque existen distintos factores que pueden jugar a favor o en contra del aprendizaje de esta nueva lengua. Dentro de los mencionados factores encontramos la similitud entre el idioma nuevo y tu idioma materno, porque se es sabido que el latín tiene un mayor parecido al español que al inglés; la dificultad de la gramática y pronunciación; tu habilidad para aprender un nuevo idioma; los recursos y personas disponibles para ayudarte y tu necesidad de aprendizaje, siendo este último uno de los factores más importantes para los estudiantes de Derecho. 

En síntesis, comprendemos la importancia del aprendizaje y enseñanza de que conocemos como latín jurídico; nos solo para los estudiantes de la carrera de derecho, sino que también para los abogados. Poder llevar la asignatura de Derecho romano, no te hace saber latín jurídico, su estudio es independiente a dicha materia. El estudio del latín jurídico en el Perú, necesita urgentemente una mayor relevancia, no hay que ser ajenos a nuestra herencia jurídica romana. No es fácil aprender una nueva lengua, ni mucho menos si esta ya está muerta; pero eso no quiere decir que sea completamente difícil. Y, por último, recordemos que resulta útil muchas veces recurrir a los adagios clásicos para analizar situaciones modernas; pero si vamos a usarlos, tenemos que usarlos bien, propiamente estructurado desde el punto de vista gramatical y correctamente escritos en materia de ortografía.


Artículo de opinión

Fernando José Abanto Rodríguez

Miembro Fundador de la Asociación de Debate Última Instancia “A.D.U.I”







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