INTERMITENTE NAVIDAD
Comúnmente
diciembre se torna siempre de un ambiente nostálgico bajo una perspectiva
general, quizás también se revelen ciertas facciones de emoción infantil
totalmente comprensible, todo recuerdo al ambiente navideño difícilmente puede
relacionarse de manera negativa ¿Quién no se ha dejado llevar o hipnotizar por
luces rojas, verdes o azules? La ciudad pareciera estar cubierta por una
rotación de colores indecisos que corresponden a un ritmo musical. No es
sorpresa de nadie, pero si fastidio de muchos el mencionar los acontecimientos
trágicos, inesperados y desfavorables en una temporada tan familiar como lo es
la Navidad o la del Año Nuevo y aunque suene desagradable, los problemas
seguirán después del 31 del presente mes, por ello es menester analizar todos
los planos posibles para evaluar de manera breve, todos los acontecimientos de
estos últimos 5 años, es decir, un breve resumen de todo lo sucedido y su
trágico resultado, una Navidad insipiente, que trata de ser cubierta con una
sonrisa hipócrita de bienestar, mercantilismo y vanidad, en muchas
oportunidades promovido por la misma prensa, ciudadanos y políticos, del cual,
estos últimos terminan campantes y triunfantes y con un pueblo adormecido en
las crisis sociales, pero que responden de manera inmediata, en forma de
manifestación, su malestar en el plano político, que no deja de ser malo, pero
que tiene que ser trabajada para poder entenderla.
Los
resultados de las elecciones del 2016 ya prometían un buen entretenimiento para
los amantes de la crítica política, los que pretendían al cargo de presidencia
más o menos así lo reflejaban del cual podemos señalar unos cuantos como Keiko
Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski y Ántero Flores-Araoz –peculiar personaje que
aparecerá más adelante- pero las
expectativas fueron totalmente superadas, como vencedor de aquel acto
democrático Pedro Pablo Kuczynski –en adelante PPK- se coronó como Presidente
de la República del Perú, Martin Vizcarra y Mercedes Araoz como sus
vicepresidentes –también personajes que tomarán un rol protagónico más
adelante- pero la contienda política
recién iniciaba cuando el Congreso fue pintado de color naranja, por manos que
aplaudieron años después su disolución.
Comenzó
mal, PPK tuvo uno de los tropiezos más fuertes que cualquier persona con vida
política cuando el 21 de diciembre de ese mismo año, estallo en EEUU la noticia
de la gran red de corrupción en la región Latinoamericana a manos de la
constructora Odebrecht, el escenario político comenzó a tambalear, a solo unos
meses de salir electo presidente, ya la situación en los roces políticos era
totalmente inevitable, tampoco el congreso se libra de las barbaridades que
cometieron, como el de normas que favorecían a los casinos y la agroindustria
de una manera desmedida, también mencionar el problema de los semáforos o los
octógonos a ciertos productos, la famosa ley “pulpín”, etc. Era un parlamento
muy fuerte, poco calculador, pero con mucho poder. La situación no presentaba
mejora en el 2017 un año el que lo tocamos tierra, quizás de manera muy
literal, el norte peruano fue golpeado por una serie huaicos, algunos dicen 7
otros dicen 8, lo cierto es que fue una oportunidad espléndida para demostrar
nuestro compañerismo y calidad humana, en pocas ocasiones, pero sucedió. Lo
mejor se dejaba para casi el final un pedido de vacancia, ya para ese entonces
teníamos más ansiedad que oportunidad para solucionar lo inevitable, es decir,
el primer pedido de vacancia contra PPK, donde ciertas jugadas dentro del congreso
y de los penales, ayudó a sobrellevar la situación, sin embargo, otros planes
serian escritos en la emocionante travesía del poder.
El
2018 sorprendió todo lo anterior comentado, el 23 de marzo de ese mismo año,
tras el segundo pedido de vacancia hacia PPK, este termina renunciando, el
bailecito no lo era todo para mantener las cosas calmadas después de todo,
luego de ello Martín Vizcarra asumiría la posta que terminar el mandato
constitucional, vaya suerte que le depararía. Meses después acontece el punto
más importante y signo emblema de la popularidad de Vizcarra, el caso de los
Cuellos blancos.
Si
algo se tiene que rescatarse, porque ciertamente debe mencionarse, es que
Vizcarra no la tuvo fácil en casi ningún momento, en algunas ocasiones, los problemas
salieron de su propio accionar que finalmente terminarían por derrumbarlo ante
el congreso, puesto que, si hablamos en el aspecto de popularidad, otra
historia se estuviese contando. “Martincito” como lo bautizó PPK, tenía una
serie de complicaciones como un congreso huraño y una aguda crisis de
corrupción en el poder judicial, y añadiendo también el blindaje a algunos
altos funcionarios públicos que no valen la pena mencionar, por la dirección
del artículo de opinión, entonces, es mi punto de vista claro, se hizo un
manejo impresionante de la lucha contra la corrupción, Vizcarra convirtió ese
problema en su emblema, y lo encubrió direccionó que el problema no solo era la
corrupción del PJ sino también el congreso, un punto fundamental para que se librara
de dos problemas para la gobernabilidad la corrupción y el congreso, y una cosa
más que lo ayudó, es tener siempre una visión popular y hacerles sentir que el
presidente verdaderamente un servidor público, pues claro puesto que en la
tierra de ciegos el tuerto es el rey.
El
evento más importante sin duda alguna y del cual podría hablarse sin parar, fue
la disolución del congreso, un 30 de septiembre del 2019 y vaya impacto que se
generó, las calles se llenaron de clamor y aplausos por doquier, el congreso en
uno de sus pobres intentos para sostenerse en el poder hace una de las cosas
más impensables suspender del cargo a Vizcarra y nombrar a Mercedes Araoz un
hecho insólito, dejando en incertidumbre a todo el Perú, aunque renunciaría al
día siguiente, su mandato fue corto así que no tendría sentido hablar más de
ello, y nuevamente se confiaría en nosotros para poder dar solvencia a la
gobernabilidad, pero nada más lejos de la realidad estaría por suceder.
Si el
2020 se pudiese resumir, en una palabra, sería desastroso, y si estas en algún
país en vía de desarrollo seria aún peor, gran parte de ello lo debemos a la
pandemia y al congreso actual, no se cual verdaderamente es el peor virus, si
el COVID o la clase política peruana. Los primeros meses se podrían delimitar
fácilmente en confinamiento social, pero todo tiene su final y nada dura para
siempre. Las elecciones extraordinarias para escoger a un congreso habían
concluido, pero los conflictos no, los escándalos comenzaban a retumbar en lo
más alto del poder ejecutivo, que incluso rosaría lo bizarro, el nuevo congreso
resulto ser casi igual al anterior, bajo mi punto de vista no fue peor, pero si
claramente inoportuno. El nuevo congreso había terminado lo que comenzó su
antecesor, vacar a Vizcarra, irónico mencionar que fue el nuevo congreso que lo
consiguió, es decir el congreso que disolvió, que acorraló a PPK hasta hacerlo
renunciar.
El
panorama político en noviembre era sombrío, del cual asume ahora Manuel Merino,
del cual es importante mencionar que ocupaba el puesto del presidente del
congreso antes de Vizcarra y que por mandato constitucional sería el siguiente
en la línea susera puesto que la segunda vicepresidenta Mercedes Araoz había
renunciado. He ahí a un presidente que nació de los roces políticos, que tenía
muy poco tiempo para hacer las cosas bien, parecería chiste pensar que bastó
una semana para que empeorara las cosas, después puedo mencionar la
responsabilidad y todo lo que se puede derivar de ello, tuvo que afrontar
marchas multitudinarias, crisis política, crisis sanitaria, responder la
demanda competencial impuesto por el vacado presidente de la república, entre
otras cosas.
A la
palestra entraron personajes un tanto conservadores como ministros, bueno era
un trabajo de meses, era complicado que alguien aceptara un cargo de
representación en condiciones tan pobres en las circunstancias políticas, es
importante señalar a uno Ántero Flores-Araoz, aquel que lejos de saber algo en
concreto puede ser recordado como el primer ministro que le pidió al presidente
de la república responderle el WhatsApp, pero no fue lo único que pasó en su
breve estadía como Manuel Merino como presidente, porque no mencionar también
las masivas renuncias en TV Perú a causa de un supuesto impedimento para cubrir
ciertas notas periodísticas con respecto a las marchas del mes de noviembre,
mal paso que terminaría con la muerte de 2 jóvenes universitarios, claramente
de algo ya anunciado.
Una
semana duró su gobierno, ante esto, el cuestionado congreso aún tenía problemas
para sobrellevar y poner a un presidente a la cabeza de un país muy
convulsionado, entre quejas y casi insultos, se decidió escuchar al pueblo,
decidieron aceptar que el próximo presidente tenía que salir de algunas de las
bancadas que no votaron a favor de la vacancia y pulcro en sus antecedentes de
cualquier tipo.
Francisco
Sagasti fue nombrado presidente del congreso y por ende como presidente del
Perú acatando todo lo anteriormente establecido, se tiene que recalcar lo
siguiente, Sagasti nace del concilio parlamentario y del pueblo organizado.
Pero los problemas siempre están presentes, es importante rescatar dos, la ley
del retiro de fondos de la ONP y la ley para incentivar la agro exportación,
similares problemas a los ya anunciados en el gobierno de Manuel Merino, fuerte
descontento social, y que hasta ahora no se han arreglado de una manera
adecuada, sin embargo, ahora el descontento parte de las pobres condiciones
laborales en la que se sitúan, un derecho a reclamar justo, pero de la forma
más injusta, impidiendo el paso de la Panamericana Norte, dañando buses,
propiedad privada, etc. Hasta cierto punto se puede ver el contraste con las
marchas de noviembre.
Las
fechas más importantes, que dan un cambio al panorama político del Perú siempre
se sitúan en los últimos días del mes. Es solo un dato que en primera vista
genera curiosidad, hay mucho que se ha omitido, de forma arbitraria, para no
hacer extenso algo que no tiene por qué serlo, hay mucho del que pensar y
actuar, y ante todo esto, ¿Quién ganó? Es decir ¿qué agente sobrellevó bien en
estos tiempos?, nadie, de alguna u otra forma todos perdimos, la clase
política, los ciudadanos, etc. Es sombrío el futuro del Perú sin vacunas contra
el COVID o con problemas políticos perennes sin incentivos para el concilio,
puedes pasar de lo mejor esta Navidad, aunque no tendría mucho sentido, la
mente responsable parpadea entre la alegría y la preocupación, de disfrutar el
momento y sentirse responsable.
Feliz
intermitente navidad
Artículo de opinión
Wilson Junior Murrugarra Chávez
Miembro de la Asociación de Debate Última Instancia "A.D.U.I."
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